miércoles, 14 de marzo de 2012

Los tres valores que construyen la #Reputación y los contenidos

Cuando nos aplicamos, gestionamos y potenciamos los tres valores necesarios para obtener una buena Reputación de Marca, las líneas que dibujan los contenidos y la historia que nos hace diferentes, se vuelven fáciles y palpables y el paso siguiente, solo hay que direccionarlo hacia la implementación de ellos en todo el tejido empresarial para que las claves toque directamente al empleado, un empleado que antes era solo observado y tenido en cuenta en sistemas que copian el movimiento de estructuras de montaje y que ahora es tenido en cuenta como un Valor Tangible del proyecto empresarial que no solo aporta la resolución de una tarea mecánica, sino que puede ser motivado para que se convierta en un instrumento básico que traslada belleza y solución estratégica a todo lo que toca en el Valor Funcional, que es capaz de generar poco a poco, los contenidos que trasladarán la belleza global que generará el Valor Emocional y que se convertirá en pieza clave para el diseño y la gestión de un Valor de Responsabilidad Social Corporativo correcto.

Un empleado es siempre un canal de transmisión de Imagen de Marca, todo lo que toca y hace se vuelve susceptible de tocar a otro interlocutor y en ese roce, el empleado reflejará exactamente, quiera o no quiera, lo que realmente vive y sabe de la empresa donde trabaja, porque un tono, un gesto, una mirada, una onda energética aún no verbalizada traslada, sin querer, todo lo que acontece en el diario devenir de los acontecimientos.

El empleado es una pieza esencial para conseguir transmitir los objetivos y los contenidos de la Imagen de Marca, si ese empleado se convierte en un canal adecuado, identificará correctamente a su interlocutor y podrá transmitir, en el lenguaje adecuado, la percepción subjetiva y la objetividad del discurso de la Imagen Corporativa. Un diseño claro y conciso, una buena comunicación bidimensional con el objetivo de aportar soluciones a necesidades logra que el interlocutor llegue a identificarse o entender la historia o la cultura que vive el empleado. Pero, no lograrás ese paisaje casi utópico, si tu empleado no colabora y no lograrás tener un empleado que colabore, si tú antes no has colaborado con él. Si tú le obligas a vivir en estrategias que potencian el miedo, no conseguirás nunca, te esfuerces lo que te esfuerces un embajador y la confianza que necesitas para que ese embajador sea eficiente.

Si un modelo de negocio quiere conseguir el diseño y la gestión de un Valor Funcional, un Valor Emocional y un Valor de Responsabilidad Social Corporativo (RSC) que hagan crecer una buena Reputación, debe acometer el pensamiento de que es el empleado, esté en la parte más alta de la jerarquía o bien en las mismas bases, el único aliado que realmente conseguirá levantar la estructura, porque ellos son los únicos que pueden crear el fenómeno de la influencia y su alto valor de permanencia y solidez y dejar solo la capacidad de influir, para espacios de conquista.

Si quiero confianza y fidelidad tengo que trabajarla, nadie la regala y nadie la va depositar si antes has traicionado las premisas que las mantienen.  Los grupos de trabajo que se gestionan en el interior de nuestro modelo de negocio generan una interacción con el exterior, si mi objetivo es conseguir ese estatus de influencia, ellos son el canal adecuado para conseguir. Todo este proceso genera un marco de referencia que permite seguir construyendo contenidos, retroalimentando la estructura en construcción, mejoran el diseño de experiencias en todos los puntos de encuentro.

Lo que hace a una Marca diferente a un concepto simple empresarial, es la capacidad que tiene de mirar alrededor y en el interior, de los grupos que gestionan su proyecto, para comprender lo que pasa realmente con los productos y servicios y así lograr ofrecer soluciones más coherentes y fáciles de introducir en los mercados logrando  generar una mayor influencia social.

1 comentario:

  1. Yo propondria cuatro valores basicos: uno para el bienestar fisico (funcional), otro para el bienestar emocional (relaciones), otro para el mental (transformacion/cohesion interna) y otro para el espiritual (RSC/etica).
    Definir claramente y por consenso estos valores, comunicarlos (al cliente interno y al cliente externo) y aprehenderlos y utilizarlo como un elemento diferenciador y potenciador del bienestar en la organizacion.

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